Hay vida más allá de los ministerios,
pues lo establecido no es lo único
aunque las masas amen la seguridad de la tutela.
Hay vida más allá de las aulas,
donde el permiso es necesario para todo.
Allí, las horas frente a la “autoridad” limitan lo imaginable,
aniquilan la curiosidad y la alegría,
e impiden pensar en la existencia de mundos diferentes…
¿De dónde saldrá la acción encaminada a construirlos?
Hay vida más allá de lo que vemos,
familias que educan de otra manera.
Hombres y mujeres libres que dicen NO a lo establecido,
que tratan de sobrevivir a la inhumanidad
esforzándose por mantener humanos a sus hijos.
Desde aquí, proponemos conocer otras sendas;
comprobar que la resignación y la sumisión son desechables,
esperando que sean más los que escojan su propio camino,
y que ese acto de amor sea el germen de individuos soberanos.
Es posible aprender a vivir sin tutelas y criar seres libres;
volver a valernos por nosotros mismos,
reaprender a colaborar con los iguales…
Hay vida más allá de los ministerios.
De hecho, la sumisión a los ministerios es la MUERTE.
Carolina
Querida Gladys!
Es tuyo este blog?!
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Hola Gabriela, lo he hecho yo, sí, aunque lo que cuelgo tiene diferentes autorías.
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